sábado, 22 de mayo de 2010

COSTA RICA VIOLA LIBERTAD SINDICAL

A pesar de que la Constitución Política de Costa Rica garantiza el derecho a la libre sindicalización, esto es otra de las mentiras que este país centroamericano vende como artículo de exportación. En la empresa privada la libre sindicalización siempre ha sido casi imposible, excepto los sindicatos bananeros que tanta lucha dieron el siglo pasado contra la explotación despiadada de la United Fruit Company. En otras empresas privadas en que los empleados han tratado de ejercer el derecho fundamental a la sindicalización, simplemente se ha producido el despido de los dirigentes sindicales. Si bien es cierto, existe un Ministerio de Trabajo, que supuestamente debe velar por los derechos de los trabajadores, este por falta de recursos y sobre todo de voluntad, se ha convertido en un parásito más de las finanzas estatales, que tiene un efecto nulo en frenar estas arbitrariedades.
En el sector público el sindicalismo ha sido perseguido en una forma más velada. Quienes se atreven a formar parte de la Junta Directiva de un sindicato generalmente son congelados en sus puestos. Además, los medios de prensa en poder del capital se han dedicado a satanizar por medio de campañas periodísticas, televisivas y radiales a los sindicatos existentes. No negamos que en algunos casos ha existido abuso de algunos dirigentes sindicales, pero esto también se ha dado en el movimiento solidarista y cooperativo, sin que se haya producido tanto alboroto.
Sin embargo, el gobierno de Oscar Arias se quitó la careta con respecto a la persecución sindical en el sector público. Cuando durante el gobierno de Abel El Inepto se privatizó Puerto Caldera, el sindicato fue dócil y se entregó a cambio de unos cuantos millones y de promesas que en muchos casos no fueron cumplidas. De inmediato parte de la prensa burguesa comenzó a divulgar las grandes ventajas que había logrado el puerto del Pacífico con su privatización y las grandes inversiones que había hecho la empresa colombiana, nueva propietaria de Puerto Caldera. Sin embargo quisiéramos que cuatro años después se investigara el cumplimiento que ha dado al plan de inversiones propuesto la citada empresa, porque hasta donde tenemos conocimiento la inversión posterior ha sido mínima.
Sin embargo Caldera era una pieza menor en la caza despiadada de los vende patrias costarricenses. La meta eran los puertos del Atlántico administrados por JAPDEVA. Pero aquí el gobierno de Arias encontró un sindicato que se opuso en forma férrea a la entrega de estas instalaciones a manos del mejor postor. Entonces, en la forma más ruin y despreciable, el gobierno costarricense consiguió un grupo de testaferros que le dieran un golpe de estado a la Junta Directiva del Sindicato legalmente electa. Se eligió una Junta Directiva espuria, la cual como primer acto reformó la Convención Colectiva entregando los puertos al mejor postor a cambio de treinta y siete mil millones de colones. El último día del gobierno de Arias, esta reforma a la convención colectiva fue refrendada por el Ministerio de Trabajo.
Ahora nos enteramos que uno de los grupos de los trabajadores más explotados se enfrenta a la persecución sindical, enfrentándose a una de los grupos oligárquicos más poderosos del país. Nos referimos a los empleados de Transportes Unidos Alajuelenses (TUASA). Los choferes de bus, son de los empleados más explotados del país. A pesar de que a las empleadas domésticas se les rebajó por ley la jornada laboral de doce a ocho horas, parece que a los diputados se les olvidó en forma muy conveniente que existían también los choferes de bus. Estos empleados no son solamente obligados a trabajar doce horas al día, sino que deben ir a guardar el bus a altas horas de la noche y trasladarse posteriormente a sus casas por sus propios medios. En un país como Costa Rica, cuya peligrosidad se ha multiplicado entre otras causas, gracias a la inepta Ministra de Seguridad del gobierno anterior, esto es un atentado contra la vida. No bastando con esto, en un país con las vías colapsadas, gracias a la incapacidad del Ministerio de Obras Públicas y Transportes, si un chofer se atrasa en el tiempo que debe hacer una carrera, es multado en forma ilegal.
La lucha de estos autobuseros es titánica porque se están enfrentando nada menos que a Marvin Herrera, uno de los autobuseros más poderosos del país, quien en forma personal o por medio de testaferros domina la mayor parte de las líneas de autobuses del país y es dueño del 49% de las acciones del monopolio de RITEVE. Además Marvin Herrera ha sido uno de los principales colaboradores de las campañas políticas de los partidos mayoritarios en Costa Rica. Por eso esta lucha será desigual. Ya los trabajadores que organizaron el sindicato han sido despedidos y suponemos que ya Herrera o sus testaferros estarán moviendo los hilos para cobrarle al gobierno los favores que le ha brindado durante varias campañas electorales.
Estas denuncias tienen como fin que se conozca cual es la verdad sobre la libertad que Costa Rica predica ante el mundo, pero que no practica con los habitantes más desposeídos.
De llegarse a consumar el despojo de los muelles de Puerto Limón, hacemos un llamado a los sindicatos de muelleros de otros países del mundo. Que se nieguen a descargar barcos que hayan tocado puertos costarricenses. Solo de esta manera se podrá frenar el abuso y la prepotencia de una dictadura en democracia.

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